viernes, 18 de noviembre de 2016

MINAS DE MAZARRÓN

  Bdm se pone en marcha de nuevo para visitar, en esta ocasión, una antigua explotación minera situada en el municipio de Mazarrón, en la región de Murcia.
  Enmarcada en un paraje árido y desolador se encuentra la vieja explotación, símbolo de una etapa en la que la industria minera se encontraba en gran auge. La actividad en las minas comenzó en el siglo XV y se alargó hasta el siglo XX, cuando su riqueza mineral acabó agotándose.
  En la zona se encuentran varios pozos de acceso a las galerías, donde los trabajadores accedían descendiendo en pequeñas jaulas. Algunos de esos pozos alcanzan los 600 metros de profundidad, y la proximidad al mar los hacía sumamente peligrosos, ya que algunas galerías sobrepasaban el nivel freático del mar y en ocasiones quedaban totalmente inundadas.
  Las medidas de seguridad en aquella época brillaban por su ausencia, y se registraron miles de accidentes entre la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, tiempos en los que ya se realizaban estadísticas oficiales. De media, cada año morían entre 40 y 50 mineros. La deficiente preparación de las galerías, las inundaciones causadas por acuíferos subterráneos y las explosiones, ya fueran de origen "natural" o causadas por barrenos, provocaban accidentes constantemente.
  De todos los siniestros documentados, destaca uno ocurrido el 16 de febrero de 1893. En esos días se había iniciado la instalación de una máquina de desagüe en el fondo del pozo maestro. Para abrir hueco hicieron explosionar un barreno, lo que provocó una tremenda inundación de ácido carbónico que anegó el pozo y las galerias superiores hasta 50 metros. Las labores de rescate se extendieron hasta dos semanas, tiempo en el cual solo consiguieron recuperar 28 cuerpos de mineros fallecidos.
 En la actualidad, el paraje se ha convertido en un preciado tesoro para aquellas personas amantes de la fotografía, por su inusual apariencia y su peculiar belleza entre desolación.



lunes, 29 de agosto de 2016

ESTACIÓN DE VALLCARCA

 Entre la estación de Sitges y la de Garraf encontramos el antiguo apeadero de Vallcarca, situado en el punto kilométrico 647,9. Junto a él siguen pasando los trenes, pero ya no paran, pasan a gran velocidad perdiéndose en la oscuridad de los túneles que hay a ámbos lados.
  A principios del siglo XX, los principales usuarios de la estación fueron los trabajadores de la colonia industrial de Vallcarca. El 1903 la empresa Butsens y Fradera instaló una fábrica destinada a la extracción de piedra calcárea, y poco a poco se fue formando la colonia, que acabó disponiendo de todos los servicios que necesitaba para ser autosuficiente.
  Fueron varios los episodios trágicos que se presenciaron en aquellas inmediaciones, uno de ellos fue la epidemia de gripe que vivió la colonia en el año 1918 y que se cobró varias decenas de vidas.
  Durante la Guerra Civil, varios obreros se alistaron como milicianos de la FEI y las JONS, formando el Comité de Vallcarca, un grupo revolucionario que acabó fusilando a encargados de la fábrica en las mismas costas.
  La colonia desapareció en el transcurso de los años 60 para dar paso al crecimiento de la fábrica de cemento, que aún encontramos activa a día de hoy.
  La vieja estación de Vallcarca, permanece como único testigo de dicha historia, sus viejos cimientos ahora "tiemblan" con el paso de los trenes, los documentos yacen esparcidos por el suelo, sus paredes han sido "pasto" graffiteros y sus suelos y escaleras van quedando tapados poco a poco por el polvo de la cementera.



jueves, 7 de julio de 2016

La Iglesia del Diablo

Los primeros documentos de esta joya arquitectónica datan del siglo VII, se trata de una iglesia de estilo románico a la que, posteriormente, se le fueron
añadiendo elementos de estilo barroco.


sábado, 30 de abril de 2016

Can Munt

   Entramos en esta preciosa casa señorial que perteneció a una familia adinerada muy influyente en la industria catalana de mediados del siglo XX.
  La vivienda, pese a su deterioro, no deja de asombrarnos con sus numerosos detalles, dejando lugar a la imaginación para entrever lo que fue una vida ostentosa y llena de lujo entre sus paredes.
  En su exterior preside una gran fachada de estilo neoclásico con abundantes y grandes ventanales decorados, e incluso dos gárgolas que parecen vigías del acceso principal.
   Lo que fueron grandes jardines, estanques artificiales y una gran piscina en forma de riñón, ahora se presentan como una gran extensión de maleza y vegetación alta con difícil acceso.
  Ya dentro, aún se pueden apreciar algunos detalles del salón, como las molduras del techo donde colgaban las lámparas y la cara de expresión inquietante que decora la chimenea.
   En el piso superior encontramos un gran número de habitaciones que aparecen a lo largo de interminables pasillos, e incluso una pequeña capilla.



sábado, 2 de abril de 2016

Preventorio de aguas de Busot

  Hay documentos del siglo XV en los cuales ya se hablaba de las propiedades de las aguas del Busot. Crónicas romanas ya citaban unas antiguas termas situadas en este lugar.


domingo, 6 de diciembre de 2015

GRAN HOTEL CASINO DE LA ARRABASSADA

  Corría el año 1899 cuando, en medio de un periodo de expansión económica, se construyó el Gran Hotel de la Arrabassada, situado en la carretera de la Arrabassada, en el término de Sant Cugat del Vallés (Barcelona).
   Unos años después, concretamente en el 1911 se amplió el complejo con la construcción de un casino y un parque de atracciones. No se escatimó en gastos, y la ampliación contó con un presupuesto de 2,5 millones de pesetas, una cantidad desmedida en aquella época. El casino fue todo un símbolo de la sociedad burguesa de la época, el hotel y el restaurante contaban con toda clase de lujos: chefs procedentes de París, unas habitaciones de decoración exquisita, oratorio público, grandes jardines con vegetación exótica...


lunes, 21 de septiembre de 2015

EL VIEJO POLIDEPORTIVO

  En esta ocasión, y dejando de banda el tema misterio, os queremos mostrar nuestra visita a este peculiar abandono.
  Poco queda del viejo polideportivo, pero son muchas las sensaciones que transmite, parece que se haya detenido el tiempo, la calma y el silencio inundan el ambiente, y da la impresión de haber quedado aislados por un momento en un rincón del mundo.